El mejillón es el segundo cultivo más importante de la acuicultura chilena, detrás de la salmonicultura. Se concentra principalmente en la región de Los Lagos.
Debido a su bajo coste y disponibilidad, las boyas de poliestireno expandido (PS) también conocido como PLUMAVIT o POLIESPAN, se utilizan como elemento de flotación para soportar el peso de las cuerdas de mejillones.
La Gobernación Marítima de Chiloé, atendiendo a las peticiones del «Centro de Estudios y Conservación del Patrimonio Natural» (CECPAN) está ejecutando un plan de acción destinado a regular el sistema de flotación en los polígonos de cultivo de mejillones. Se realizaron estudios que determinaron que las boyas de poliestireno causan contaminación en las playas, ya que con el tiempo se van desprendiendo trozos que son arrastrados a la línea de costa.
A la vez que se anima a los productores a retirar las boyas de poliestireno por otros sistemas de flotación, debe garantizarse que el tratamiento de los residuos generados sea el adecuado.
Por ello se propone un cambio paulatino en las instalaciones que permita su correcto tratamiento. La cantidad de boyas que hay que sustituir es tan elevada que causaría problemas de almacenaje en tierra y podría suponer un riesgo de contaminación terrestre.
Por otra parte, los mejilloneros también han tomado cartas en el asunto por iniciativa propia, convocando mesas de trabajo para tratar el asunto de la sustitución de boyas. Las mesas de trabajo están coordinadas por la Asociación de Miticultores de Chile (AmiChile), Intemit, el Centro de Investigación de Polímeros Avanzados, la Cooperación Finisterre-Chiloé y la Municipalidad de Dalcahue. Van a elaborar un censo de productores de mejillón que tengan este problema para que puedan retirar de una forma efectiva las boyas de plumavit. Este compromiso de AmiChile significa buscar la manera de valorizar dichas boyas para que sean debidamente tratadas o recicladas, retirar los desechos del borde costero y generar conciencia ambiental entre los productores entre otros.
Los problemas ambientales que genera el Poliestireno Expandido
El Plumavit es un material muy ligero y económico, que aporta mucha flotabilidad. El problema es que, en contacto con el agua de mar, se degrada rápidamente provocando que se vayan desprendiendo trozos de material. Al ser muy ligero, alcanza las costas y se deposita en el borde costero, una vez en tierra, es fácilmente transportado por el viento. El proceso de «desmenuzamiento» se acelera una vez que alcanza la zona costera, por el efecto del oleaje y viento, lo cual facilita su dispersión y dificulta aún más su posterior retirada.
Precisamente esa tendencia del poliestireno expandido a disgregarse fácilmente en pequeños trozos y la dificultad que presenta su reciclaje llevaron al Ayuntamiento de Nueva York a prohibir, en enero de 2015, que los establecimientos de comida rápida lo utilizaran como envases en las comidas para llevar a partir del mes de junio de 2015.
Sistemas para el cultivo de mejillón que no desprenden Poliestireno
El cultivo de mejillón en estructuras flotantes es una actividad que se ha desarrollado fuertemente en los últimos años, conviviendo numerosas formas de cultivo.
A grandes rasgos existen 3 formas de cultivar mejillón en estructuras flotantes:
- Bateas: Se trata de estructuras de unos 21 x 26 metros con grandes flotadores de acero que soportan un emparrillado de madera. Las cuerdas de cultivo se atan a dicho emparrillado. Este sistema de cultivo se utiliza únicamente en España, especialmente en Galicia.
- Longlines de tubo: Hay sistemas que utilizan como medio de flotación una línea continua de tubo de Polietileno de Alta Densidad (PEAD), material muy resistente y totalmente reciclable. Este tipo de instalaciones son las más adecuadas cuando el cultivo está en mar abierto, por su excelente capacidad para soportar las peores condiciones. En el caso del fabricante TEPSA (España) evitan el uso de poliestireno como relleno en sus longlines, para ello garantizan la estanqueidad del tubo utilizando material de primera calidad, con espesores suficientes en las paredes, dividiendo el tubo en tramos estancos y realizando soldaduras de precisión.
- Longlines de boyas rígidas: Es el sistema más utilizado a nivel mundial. Normalmente se trata de boyas de plástico rígido, en muchas ocasiones rellenas interiormente de plumavit. Las boyas se unen entre sí a través de un cabo «madre» del cual se van colgando las cuerdas de cultivo.
Como muestra de la preocupación social, existen varias iniciativas populares que pretenden concienciar a la población y los acuicultores de que el Plumavit debe ser retirado, entre ellas la petición en Change.org de CECPAN, la página de facebook «Campaña no más Plumavit Chiloé» y el concurso fotográfico «¿Y si no estuviera ahí? Imagina tu playa sin Plumavit«.