Publicadas las conclusiones de un estudio independiente sobre los temas vitales que afectan al sector de la acuicultura y su desarrollo, especialmente en términos ambientales, sociales y económicos.

La acuicultura en Nueva Escocia tiene una trayectoria de 30 años, su marco normativo se ha ido generando a la vez que el sector crece. Es una actividad que aporta riqueza a las zonas rurales y costeras pero urge adaptar la normativa para hacerlo más sostenible y competitivo.
La salud y bienestar de los peces cultivados deberá estar entre los ejes principales de la nueva legislación, para garantizar la viabilidad futura y el desarrollo sostenible del sector de la piscicultura. La prevención de escapes será obligada, requiriendo la instalación de los medios necesarios para evitarlos.
El cultivo de salmón es una de las principales actividades acuícolas y también de las más controvertidas en términos ambientales.
Quieren separar el proceso de otorgamiento de licencias para los moluscos bivalvos y para los peces, así como para pequeñas explotaciones y explotaciones industriales, se proponen estudiar con precisión y regular las zonas aptas para la instalación de granjas de cultivo de peces, aquellas donde no se alteren excesivamente las condiciones naturales y no haya conflictos con otras actividades o zonas naturales protegidas.
Recomiendan clasificar la costa de Nueva Escocia en tres grandes áreas (Roja, Naranja y Verde) según su aptitud para la piscicultura, en función del color deberán cumplirse requisitos más estrictos para la obtención del permiso de explotación de una granja marina de peces.

Aconsejan incluso dar poderes al ministro para revocar licencias otorgadas en lugares donde no se cumplan los requisitos mínimos y no otorgar nuevas licencias hasta que el nuevo marco normativo esté vigente. También autorizar al organismo competente para tomar medidas (embargo y retirada forzosa) en caso de que las estructuras de cultivo no sean retiradas debidamente en caso de cese de la actividad.
El proceso de otorgamiento de concesiones se recomienda que conlleve un estudio conciso de los posibles impactos ambientales, sociales y económicos. Especialmente lo que afecte a la navegación, pesca, condiciones biofísicas locales, efectos acumulativos de la acuicultura en la zona y la contribución neta en términos socio-económicos de la actividad propuesta.
Se aconseja endurecer los controles a las empresas de acuicultura y mejorar los mecanismos para la supervisión ambiental.
Se creará un comité de asesoramiento, que incluirá la comunidad indígena (Mi’kmaq), las comunidades costeras, ayuntamientos, de la industria de la acuicultura y organizaciones ambientales.
Referencias:
Haz clic para acceder a NS-Aquaculture-Strategy.pdf
Haz clic para acceder a Aquaculture_Regulatory_Framework_Final_04Dec14.pdf