Esta pequeña empresa irlandesa está aprovechando el desabastecimiento de esta especie de alga (Laminaria digitata) en el mercado japonés. La catástrofe de Fukushima ha reducido la disponibilidad de algas en Japón, donde tienen un mercado importante.
El cultivo de algas autóctonas es totalmente sostenible, ya que son organismos que fijan gran cantidad de carbono y que no tienen ningún impacto negativo sobre su entorno. Además tienen propiedades muy interesantes y siguen descubriéndose nuevas aplicaciones, por lo que se considera un cultivo con mucho potencial.